Monday, September 22, 2014

RED POR LA PAZ Y EL DESARROLLO DE GUATEMALA
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COMUNICADO NACIONAL E INTERNACIONAL

Guatemala: ¡Basta de represión; exigimos libertad en zona Ch’orti’!
Ante los hechos violentos y arbitrariedades por la PNC en la zona Ch’orti’ del país, Chiquimula, nos 
solidarizamos con la población, exigimos el retiro de las fuerzas policiales y militares y la remoción del Ministro de Gobernación y la apertura inmediata de una mesa de diálogo. La comunicadoraNorma Sansir debe ser puesta en libertad, ya, al igual que otras personas ilegalmente detenidas.
El pasado 15 de septiembre cumplimos 193 años de independencia, conjuntamente con las otras 
repúblicas centroamericanas, y pudimos escuchar opiniones muy diversas, desde las que la celebraban
como un acto político trascendental, que lo fue, hasta las de quienes piensan que la independencia no 
fue significativamente benéfica para la mayoría de la población. También leímos la inconcebible 
declaración del gobierno de Otto Pérez y Roxana Baldetti señalando que, al celebrar las fiestas patrias,
todo está bien en nuestro país.
Mencionamos algunos de los enormes contrasentidos de la Guatemala de hoy real. Existe una inmensa 
cantidad de campesinos, que no tienen tierra; ante los reclamos de los pueblos indígenas por sus 
territorios, tierras y recursos, cada vez más escasos, se les responde con acciones judiciales antojadizas y 
manipuladas y con represión violenta, como hoy en la zona Ch’orti’; ante la falta de empleo casi dos 
millones de connacionales han tenido que buscar la supervivencia propia y de sus familias mediante la 
emigración; en ese fenómeno migratorio, el Estado los deja abandonados, aun a las decenas de miles de 
menores de edad que no soportan más la falta de educación y oportunidades en nuestro país; campean 
los negocios del crimen organizado, que funcionan aun dentro de las cárceles, como el caso de Byron 
Lima ha puesto en evidencia; nos ahoga la corrupción, con grandes propiedades y riquezas en manos de 
la vicepresidenta y de la pléyade de funcionarios corruptos; se manipulan constantemente el sistema 
electoral y el sistema de justicia; y cuando los pocos héroes y heroínas, como Claudia Paz y Paz y la 
CICIG, hacen bien su trabajo, se obstruyen sus funciones y se les remueve o denigra.
Según el Acuerdo de Paz Firme y Duradera, firmado hace más de 17 años y olvidado en el momento 
actual, pese a tener carácter de compromiso de Estado, convivimos en Guatemala cuatro pueblos: 
garífunas, ladinos, mayas y xinkas. Es claro que para una fracción de los ladinos, los Criollos convertidos 
hoy en burguesía, la independencia significó, al expulsar a los peninsulares, quedarse con todas las 
propiedades del país, es decir, establecer “la Patria del Criollo”, incluidos dentro de dichas propiedades
los esclavos negros y los indígenas en calidad de siervos. En 1821 declararon “su independencia” y, 
como dice el Acta, lo hicieron “antes de que el pueblo la declarara”. No obstante, romper las cadenas 
frente a otro Estado, con intereses ajenos, y abrir las posibilidades de que los procesos internos definan 
el futuro nacional es siempre un paso histórico positivo. Para llegar a la independencia real, sin 
embargo, había que dar pasos adicionales, muchos y firmes, la mayoría de los cuales todavía están por 
darse o recuperarse, como en el caso de la Revolución de Octubre de 1944. 
La Primavera Democrática, continuidad de la Revolución ha sido el único momento de quiebre histórico 
en los casi cinco siglos transcurridos desde la invasión europea. Solamente entonces se sentaron las 
bases de una “nueva Guatemala”, en la cual llegasen a tener protagonismo los y las garífunas, ladinos, 
mayas y xinkas. Particularmente los campesinos pudieron apreciar lo que podría representar la Reforma 
Agraria, hoy “palabra prohibida”, para cambiar sus condiciones de vida, proceso cercenado en 1954 por 
el gobierno de Eisenhower, la United Fruit Company, los oligarcas nacionales, la jerarquía de la Iglesia 
Católica y los traidores dentro del ejército nacional. Los pasos positivos dados por los dos gobiernos de 
la Revolución a lo largo de un decenio, que nos aseguraban la independencia política, el no alineamiento 
en política internacional, la independencia económica y el ejercicio pleno de la soberanía nacional han 
sido revertidos en 6 décadas de gobiernos de derecha, desde la contrarrevolución de Castillo Armas e 
Ydígoras Fuentes y la contrainsurgencia de los regímenes militares hasta los gobiernos de Arzú a Pérez, 
en su condición de regímenes neoliberales, corruptos y entregados a intereses extraños. Hay gente 
preocupada con nuestra condición de estado fallido que se pregunta si “tenemos los arrestos” para 
enfrentar la situación. Como población principalmente en la Diáspora pensamos que sí –y por ello 
exigimos nuestro derecho a elegir y ser electos desde el extranjero—pero hay que generar un gran 
movimiento de “unidad en la diversidad”. No podemos pretender la uniformidad cuando nuestro país es 
tan heterogéneo; aprendamos a respetarnos y escucharnos unos y unas a otros y otras, agarrémonos de 
las manos, blancas y morenas, y marchemos hacia la eliminación de las lacras que impiden un futuro 
digno.
Diáspora, 21 de septiembre de 2014
Comité Ejecutivo de la Red por la Paz y el Desarrollo de Guatemala (RPDG)

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