Nueva York, 5 de julio de 2015
Representantes ante las Naciones
Unidas en Nueva York
Asamblea General de las Naciones
Unidas
Nueva York, NY 10017
Distinguidos
Embajadores:
Nosotros,
miembros de la Red por la Paz y el Desarrollo de Guatemala (RPDG), nos
dirigimos a Ustedes a fin de trasladarles información crucial con relación a la
profunda crisis política que se da ahora en Guatemala. Por favor, les pedimos
leer el documento adjunto.
A mediados
de abril, la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG)
puso al descubierto una red que defraudaba cientos de millones de dólares en
impuestos y contrabando, que era manejada por el secretario personal de la
Vicepresidenta Roxana Baldetti. Ésta era la punta del iceberg, dado el hecho de
que pocas semanas después el ex secretario personal del Presidente Otto Pérez
fue acusado de conducir operaciones ilícitas para robar cientos de millones de
dólares del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) y del Banco de
Guatemala. Desde entonces, muchos actos de corrupción más han sido expuestos,
llevando al Departamento de Estado de Estados Unidos a identificar “la
generalizada corrupción” como la violación principal de derechos humanos en
Guatemala. El sistema político se acerca al colapso.
El 23 de
abril, decenas de miles de ciudadanos y ciudadanas guatemaltecas ocuparon la
plaza central enfrente del Palacio Nacional para exigir la renuncia tanto del
Presidente Otto Pérez como de la Vicepresidenta Roxana Baldetti. La Sra.
Baldetti renunció el 8 de mayo, seguida de las renuncias de seis ministros y
muchos más funcionarios de alto nivel, algunos de los cuales están ahora en la
cárcel. A lo largo de once sábados consecutivos, desde el 23 de abril, al igual
que otros días, como el 1º de mayo, multitudes de ciudadanos han llenado la
plaza central o han desfilado, y grandes grupos han manifestado en muchos
lugares del país y en ciudades importantes en muchas partes del mundo. Este
movimiento popular está apoyado por más del 85% de la población. Pide el fin de
la corrupción y del muro de la impunidad; la posposición de las elecciones
programadas para septiembre (a fin de transformar, primeramente, la ley
electoral y democratizar el sistema político); y la renuncia del Presidente
Pérez. Lamentablemente, el Gobierno de Estados Unidos continúa apoyando al
Presidente Pérez para que se mantenga en su puesto, y con ello extiende y
profundiza la crisis.
Nosotros,
en representación del pueblo de Guatemala, pedimos a la comunidad internacional
que tome en cuenta lo siguiente:
a) Nuestro movimiento no es un golpe de
estado, como Otto Pérez ha intentado aducir. El ejército de Guatemala no se ha
movilizado. El nuestro es un movimiento pacífico de las y los ciudadanos para
reemplazar a un gobierno corrupto y reformar el ilegítimo sistema. El
Presidente Pérez no merece el apoyo de la comunidad internacional.
b)
Nuestro
movimiento respeta la Constitución, si bien está convencido de que debe
redactarse pronto una nueva Constitución, y también apoya a las instituciones
democráticas. Sin embargo, no podemos aceptar un proceso electoral que lleve a
la continuidad perpetua de la corrupción y la impunidad. Bajo las
circunstancias actuales no queremos que se lleven a cabo las elecciones, hasta
que el sistema electoral haya sido reformado. Necesitamos diseñar de nuevo la ley electoral y democratizar nuestro
sistema político. Queremos la democracia real y no gobernantes de facto.
En esta
etapa, no pedimos a la comunidad internacional que tome ninguna acción, excepto
vigilar estrechamente la evolución de los acontecimientos en Guatemala.
Queremos, sin embargo, que todos los Miembros de las Naciones Unidas reconozcan
nuestro movimiento y nuestras exigencias, así como que se abstengan de dar
apoyo al Gobierno de Guatemala. Cuando el “poder del pueblo” triunfe, como lo
hizo hace algún tiempo en los casos de Las Filipinas y Egipto, puede ser que
pidamos su apoyo y asistencia.
Sinceramente,
Comité
Ejecutivo de la Red por la Paz y el Desarrollo de Guatemala (RPDG)
No comments:
Post a Comment