Criminalidad e
impunidad
Guatemala
será el país de la eterna impunidad si no logramos que los responsables de los
crímenes rindan cuentas. Todos señalan a Juan Carlos Monzón como el cabecilla
de “La Línea”; pero salió de la mano de Baldetti rumbo a su dorado exilio. La
“R” no puede esconder más su responsabilidad en los delitos; al clamor de la
población para que renuncie se ha sumado igual petición del CACIF y la
autorización de antejuicio por la CSJ. No obstante, Baldetti no renuncia, permaneció
14 días oculta y el Presidente la sigue protegiendo y acurrucando. De ser
necios, sin embargo, el pueblo pasará a otra fase.
En 2013, la
condena de Ríos Montt por genocidio se constituyó en el acto más importante en
la lucha contra la impunidad por los crímenes de lesa humanidad perpetrados por el Estado durante el conflicto
armado interno. El 10 de mayo dejó de ser solamente el “Día de la Madre”; hace
dos años, la Jueza Yassmin Barrios asestó un golpe demoledor a la impunidad al
declarar culpable a Ríos Montt. Los actos barbáricos, justamente calificados de
“crímenes de lesa humanidad”, victimizaron a centenas de miles de madres. Están
las madres que perdieron hijos e hijas entre los 200,000 muertos a manos del
Estado. También las decenas de miles de madres que fueron asesinadas, gran
cantidad de ellas en compañía de sus niñas y niños pequeños y muchas otras con
sus hijos o hijas aún en el vientre. Además, estuvieron las madres que, en
condición de viudas, cuidaron de sus familias en condiciones de discriminación,
marginación y pobreza.
El 10 de
mayo de 2015 será el día de la lucha contra la impunidad por corrupción y abuso
de poder. Ese día, la Vicepresidenta debiera estar fuera y el Presidente
tendría que entregar su mandato al Congreso de la República, para que, de
acuerdo con la Constitución, se nombre a un gobernante interino probo para
culminar el período. La renuncia/despido de Pérez y Baldetti constituyen el
quiebre fundamental de la impunidad por los delitos y abusos de poder del
presente, a la sombra de la explotación y la manipulación del Estado. Será el
mejor regalo a las madres guatemaltecas en su día. Un inicio de resarcimiento
para las madres que han sufrido violencia fue la condena contra el principal
responsable de las políticas represivas hace dos años, sentencia que Otto Pérez
y los defensores del terrorismo de Estado adversaron y dejaron temporalmente sin efecto.
Hay que reiniciar el proceso, el cual, sin duda, llegará a la misma condena.
La
expulsión de Pérez y Baldetti significará el rompimiento
de la impunidad para quienes han continuado usando la violencia para mantener
sus intereses y los de sus compinches, civiles y militares, que han saqueado el
Estado para hacerse ricos y poderosos, creando estructuras paralelas de poder y
corrupción. Muchas madres guatemaltecas han visto morir a 100,000 personas a
manos de la violencia criminal desde la firma del Acuerdo de Paz Firme y
Duradera de 1996 y han visto la criminalización o la emigración masiva de sus
hijos e hijas. Hay que reconstruir el Estado, para lo cual, la continuidad del
binomio presidencial sería nefasta. En este 10 de mayo, celebraremos la salida
de Pérez y Baldetti.
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