UN MES DE PROTESTAS Y
LA SALIDA DE OTTO PÉREZ
Análisis y llamado a
la acción
Raul Molina
Me permito hacer este documento a título
personal, porque si bien refleja la manera de pensar de las y los integrantes
de la RPDG, así como de muchos miembros del MUPP, no hay tiempo suficiente para
hacer la consulta correspondiente que permita colectivizarlo. En este caso, asumo
directa y totalmente la responsabilidad del documento.
El 25 de
abril, hace justamente un mes, el panorama político de Guatemala se modificó
sustancialmente, por primera vez desde la firma de los Acuerdos de Paz en 1996.
Más de 30,000 personas nos dimos cita en la Plaza de la Constitución y
manifestamos con indignación: ¡Fuera Pérez y Baldetti! ¡Basta ya de corrupción!
Al mismo tiempo, de manera espontánea, en varios lugares del país y muchas
ciudades por el mundo entero, ciudadanas y ciudadanos indignados no quisieron
quedarse al margen y se expresaron con igual firmeza. Fue una verdadera
explosión ciudadana, que anuncia la posibilidad de una nueva “Primavera
Democrática”.
El gobierno
de Pérez y del Partido Patriota se empezó a derrumbar, pese a la afirmación del
presidente, un día después de la concentración, de que ninguno de los dos
mandatarios renunciaría. Ya para entonces, sin embargo, la CICIG había empezado
a develar las tramas de corrupción en todas las estructuras del Estado, establecidas al más alto nivel por
personajes muy cercanos a los mandatarios. Uno tras otro diversos implicados en
la defraudación de la SAT y los negocios ilícitos en el IGSS fueron detenidos y
llevados ante la justicia –todos funcionarios “de confianza” de los
mandatarios-- y se supo de las estructuras jurídicas establecidas para gozar de
impunidad. Toda esta podredumbre que ha invadido el Estado, aún en el caso de
que Pérez fuese “un santo”, era motivo más que suficiente para que, en aras del
país, él, como principal responsable, renunciara. La total incapacidad del
presidente, al permitir la corrupción de todas las estructuras del Estado y el
saqueo de los fondos públicos, mientras que él mismo ostenta propiedades,
helicópteros y otros artículos de dudosa procedencia, en otros países hubiese
llevado al suicidio; en Guatemala solamente se le ha pedido la renuncia, que ya
varios funcionarios le han venido dando como ejemplo.
En efecto,
para regocijo nacional, el 8 de mayo, Roxana Baldetti renunció a la
vicepresidencia, como un regalo anticipado del “Día de la Madre”. No obstante,
con excepción del CACIF, que piensa que hay que castigar a la mujer pero no al
hombre, quienes nos hemos convertido en actores políticos pedimos también la
renuncia de Pérez. Esa fue la exigencia de todos los movimientos ciudadanos,
incluidos los movimientos populares del desfile del Primero de Mayo y la marcha
indígena y campesina, particularmente la concentración del 16 de mayo, con más
de 60,000 personas en la Plaza de la Constitución y decenas de miles más en los
departamentos y la Diáspora. Después de la caída de la “2” y posterior renuncia del “3”, el Ministro de
Gobernación y brazo derecho represivo del mandatario, está pendiente la
renuncia del “1”, sin la cual la crisis no tiene solución, como han afirmado
cientos de organizaciones, incluidas hoy el CEDECON y el Colegio de
Abogados y Notarios de Guatemala.
Pérez, con
la asesoría de CACIF y la Embajada, decidió sustituir a la vicepresidenta. Ahí
demostró que se ha quedado sin gente que realmente lo apoye. Su “terna”, que al
final tuvo que convertir en grupo de cuatro, demostró la debilidad del
gobierno, ya que solamente sus incondicionales aceptaron ser incluidos. La
decisión en el Congreso de la alianza “Líder y Patriota”, que son la misma
cosa, entregó la vicepresidencia a una figura tenebrosa que lleva 60 años de
actuar en contra de los intereses del pueblo y que demostró su notoria incapacidad
al proponer dos nombres para secretario privado que le han sido terminantemente
rechazados. Maldonado no goza de legitimidad y su salida del gobierno debe
darse simultáneamente con la de Pérez, ya que se trata de otro “hombre de su
confianza”.
Pérez
también afirmó que fue él quien pidió la separación de los dos ministros que
renunciaron y otros funcionarios “despedidos”, por las acusaciones de
corrupción que se les hacían. Queriendo ser tan estadista como la Presidenta
Bachelet en Chile, comunicó a la prensa que había pedido la renuncia de todo su
gabinete. Por lo visto, su autoridad se ha venido tan al suelo que nadie más le
hizo caso, pese a estar bajo denuncia Desarrollo Social, Educación, Salud y otros. También siguen en sus puestos los
Ministros de la Defensa, Economía, Finanzas, Agricultura, Relaciones Exteriores
y los diversos Secretarios. Más parecería que estos miembros del gabinete
tendrían más autoridad para pedirle ellos a Pérez su renuncia. En todo caso es
un gobierno a la deriva, en donde no hay ministros nombrados en varios
ministerios, no hay órdenes de gobierno, y si las hay se ignoran, y se espera
que la CICIG actúe en cualquier momento para seguir desmantelando aparatos
corruptos. Dice el gabinete económico que hay impacto de la crisis en la
situación económica del país; lo que no han podido hacer es evaluar su
magnitud. Para evitar males mayores, la renuncia es impostergable, como lo
reiteraremos este sábado, 30 de mayo de 2015, con una nueva concentración
masiva, actos de rechazo en todo el país y la creatividad de la Diáspora en sus
reclamos, pese a la dispersión de las y los ciudadanos en grandes territorios y
la distancia al país (desde Australia y Suecia hasta Chile y Argentina).
¿Qué viene
después de la salida del binomio? Lo que las capas medias y los sectores
populares piden es el nombramiento inmediato por el Congreso de la República de
una persona proba y capaz, que muestre una hoja de vida impecable en materia de
honradez y comportamiento ético, para que encabece un gobierno transitorio con
funcionarios responsables y de experiencia. Hay, sin duda, docenas de
candidatos y candidatas que responden a este perfil y que la ciudadanía y las
organizaciones sociales se deben sentir en libertad de proponer; luego, tendrá
que lograrse consenso sobre alguna o
alguno. Este gobierno ha de producir transformaciones inmediatas y apoyar las
labores de la CICIG para continuar las investigaciones hasta sus últimas
consecuencias. El arraigo personal y la congelación de bienes de los
funcionarios que salgan de sus puestos son medidas obligadas de parte del sistema
judicial.
¿Qué hacer
con el proceso electoral? Nadie tendría objeciones de realizar un proceso
electoral que nos llevara a elegir democráticamente al nuevo gobierno y a los
nuevos representantes de la ciudadanía, si éste fuese limpio, transparente y efectivo.
Nadie cree que este proceso electoral convocado el 2 de mayo lo sea. La
población se ha manifestado de mil maneras en contra de elegir a cualquiera de
los candidatos y candidatas actuales y no reconoce validez, pertinencia ni
legitimidad a ninguno de los partidos políticos. Se pide unánimemente que se
cambie la Ley Electoral y de Partidos Políticos para que sean las ciudadanas y
los ciudadanos los que elijamos a las nuevas autoridades y no los intereses
mezquinos y hasta criminales de ciertos grupos de poder. Pero, ¿qué sentido tendría para terminar la crisis
presente cambiar dicha Ley si no se pudiera aplicar a las elecciones de 2015?
Absolutamente ninguno; todo quedaría como está y el próximo presidente sería
Baldizón, Torres, Alejos, Gutiérrez o alguien más de la docena restante,
incluido García, el paladín del Patriota. ¡Y no digamos el nuevo Congreso, al
cual solamente le faltaría el nuevo Alí Babá, con decenas y decenas de
diputados reelectos! Por ello es que la Corte de Constitucionalidad deberá
declarar que este proceso es inconstitucional, como efectivamente lo es por
excluir a la ciudadanía en la Diáspora, y pedir al Congreso y al Tribunal
Supremo Electoral que cumplan con sus respectivos mandatos: reformar la Ley
Electoral y de Partidos Políticos en forma inmediata y organizar después el
proceso electoral de acuerdo con las más altas normas de nitidez y democracia.
No puedo
concluir sin llamar a la acción. Los ciudadanos y ciudadanas y las
organizaciones sociales ya lo están haciendo: la presencia en la Plaza de la
Constitución el sábado 30 es obligada para las y los capitalinos y personas de
municipios cercanos; la presencia de hombres y mujeres, incluidos los jóvenes, debe
darse en puntos clave de ciudades y pueblos en el occidente, el oriente, el
centro, el norte y el sur; y la Diáspora debe multiplicar su creatividad y
capacidad de comunicación para producir impacto. Es también el tiempo para
exhortar a las fuerzas políticas, por lo menos a las del centro-izquierda, a
que prioricen la solución nacional de la crisis y sacrifiquen, por ahora, la
opción electoral. A la comunidad internacional y a la solidaridad de los
pueblos con Guatemala les instamos a darnos una vez más su apoyo: ¡aún buscamos
la paz firme y duradera!
Guatemala y su Diáspora, 25 de mayo de 2015
Raúl Molina Mejía, Secretario de Asuntos
Políticos de la Red por la Paz y el
Desarrollo de Guatemala (RPDG) y miembro de la Coordinación del Movimiento de
Unidad Progresista y Popular (MUPP)
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