Cápsula informativa 136-15
El fracaso de “los poderosos”
El hecho de que al 1 de septiembre Otto Pérez no haya
renunciado, pese a los evidentes señalamientos de la CICIG y el Ministerio
Público y al rechazo absoluto de la ciudadanía demuestra el fracaso de “los
poderosos”. A lo largo de cuatro meses la Embajada y el CACIF, contra toda
lógica y ética, sostuvieron en su puesto al #1 de La Línea, en el entendido de
que, en el momento oportuno, lo sacarían del cargo. El momento oportuno, más
bien necesario, llegó con la acusación pública de la CICIG y el MP directamente
contra Pérez la semana pasada. De inmediato, el CACIF, la PDH, el Arzobispo y
muchas otras entidades pidieron finalmente la renuncia de Pérez, sin duda
alguna con la anuencia del Sr. Robinson. ¡Y no ha pasado nada! El Periódico
sugería por ahí el síndrome de “la criada respondona”; es indudable que con el
apoyo del nieto de Estrada Cabrera, en lo económico, y corruptos miembros de
alto rango del ejército, en lo militar, Pérez se ha empecinado en no salir.
Ahora, confía en que Líder cumpla su acuerdo de no votar a favor de levantarle
la inmunidad, al igual que su banda naranja en el Congreso, y reírse en la cara
de “los poderosos”. Se trata así de ver quién tiene “más colas machucadas” en
Líder, si Pérez o la Embajada. La solución está en que “los poderosos” pidan al
TSE la suspensión de la costosa farsa electoral, como lo pide la población en
general, y que el MP continúe sus investigaciones contra quien se cree que
todavía es el Jefe de Gobierno. Ante las evidencias de la criminalidad de
Pérez, un tribunal puede pedir su separación del cargo aunque tenga inmunidad y
salido del cargo dicha inmunidad desaparece. Es la fórmula para que la
impunidad reinante en los organismos Ejecutivo y Legislativo empiece su
desmoronamiento.
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