Cápsula informativa 164-15
¿Por qué claudica Baldizón antes de tiempo?
Manuel Baldizón claudicó hoy en las elecciones y
abandonó al Partido Líder; otro capítulo de la telenovela ha terminado según el
libreto de Mr. Robinson. Al igual que Ríos Montt en 1974,
Baldizón se acobardó y no quiso dar la batalla ante el fraude electoral. Es lógico
que, ante ofertas de docenas de millones de dólares, la promesa de mantenerle la
visa a Estados Unidos, sostenerle las curules en el Congreso, no abrirle
procesos por negocios ilícitos y ofrecerle espacio en las elecciones de 2019,
no le quedara más remedio que agachar la cabeza ante el CACIF y la Embajada y
decir “amén”. No pudo ni quiso defender
la posición alcanzada con los votos que logró (comprados o no, fueron más que
los votos por Jimmy). Ni siquiera se esperó a que transcurrieran los ocho días
que se le habían dado al TSE para emitir los resultados finales. Las presiones
eran “lo toma o lo deja; pero ya”. Se acabó el proyecto Líder conducido por
Baldizón, lo que es motivo de alivio para la ciudadanía; pero queda abierto
ahora para el mejor postor. Desde luego,
eso no deja al país mejor librado. La amenaza de otro seudo-líder militar,
Jimmy Morales, se cierne sobre el futuro nacional. En contra, aparecen Sandra
Torres y la UNE, sobre quienes también existen muchísimas dudas. Sin embargo,
algo se puede construir vía compromisos serios para evitar que el aparato
militar de Otto Pérez pase ahora a controlar el gobierno de Jimmy. Desde luego,
democracia no existe ni por asomo, ni tampoco “institucionalidad democrática”.
Nuestro clamor por no reconocer las elecciones sigue siendo válido y la mejor
opción, ya que el estado actual de cosas no aguanta más allá de enero de 2018.
Guatemala y su Diáspora, 14 de septiembre
de 2015, Secretaría de Asuntos Políticos de la RPDG
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