Al llegar al 15 de
septiembre de 2015
Al
cumplirse 194 años de la firma del Acta de la Independencia de Guatemala (de
toda Centroamérica), acto de nuestros próceres criollos que, como se dice en los
artículos iniciales del Acta, tuvo como objetivo lograr la separación de la
corona española “antes de que la declare el pueblo”, festejamos, como pocas
veces en esa larga historia, un triunfo trascendental de nuestro pueblo: quitar
a los dos gobernantes maleantes instalados en 2012 por el Partido Patriota y
limpiar el Poder Ejecutivo, parcialmente, de docenas de funcionarios corruptos
ahí enquistados. Falta mucho por hacer en materia de anticorrupción; pero lo
realizado con la lucha firme y constante de cuatro meses es histórico y un
ejemplo para el mundo. Este año, las fiestas de la Independencia tienen mucho
más sentido y las palabras del Himno Nacional surgen con mayor convicción.
Desde
luego, la crisis de Guatemala no ha sido resuelta. El Poder Ejecutivo debiese
ser transformado más profundamente; se nos impone un Congreso para los cuatro
años siguientes que no es muy distinto del que ha acompañado los abusos y la
corrupción del Partido Patriota; seguimos con un sistema político colapsado, en
el cual los partidos políticos no representan más que estrechos intereses
personales, de camarillas y de los “poderosos”; y se exige que “elijamos” al
menos malo de dos candidatos presidenciales que son igualmente malos, que en
vez de promesa son una amenaza. Caímos en la trampa electoral, forzados por la
Embajada, el CACIF, el TSE y la CC. Lo que pueda ocurrir en adelante será
responsabilidad plena de ellos.
La
ciudadanía, en vez de seguir exigiendo el Gobierno Provisional y la Asamblea
Nacional Constituyente de los Cuatro Pueblos, no pudo resistirse a la presión
de ir a votar, que fue multiplicada por el llamamiento ingenuo de la Iglesia
Católica y muchas figuras nacionales. Ahora la población no se explica qué pasó
y no sabe cómo saldremos de toda la podredumbre política y social que nos
sumerge. Es tiempo de retomar las exigencias fundamentales, si bien las
tendremos que adaptar a las circunstancias actuales. Es claro que Maldonado,
particularmente al verse rodeado de militares y adulado por los ricachones, no
va a renunciar; pero sí puede integrar un gobierno en consulta con el
Movimiento por la Dignidad, que de pleno apoyo, a todos los niveles, al MP y la
CICIG, para que se siga eliminando la corrupción y actuando con firmeza contra
la impunidad. Al mismo tiempo, debemos obligar a los dos candidatos
presidenciales a aceptar que se convocará a la Asamblea Nacional Constituyente
de los Cuatro Pueblos, de acuerdo con los criterios que el Movimiento por la
Dignidad defina, en el primer semestre de 2016. De esta manera, será posible lograr
la Reforma del Estado que la población demanda, que es la única salida real a
la crisis.
El
Movimiento por la Dignidad también debe asumir sus responsabilidades. Es
imperdonable que después de cuatro meses de lucha y su resonante triunfo no
haya podido articular un ente representativo. Debemos auto-convocarnos a una
Asamblea o Convención, antes de octubre, para articularnos, elegir el ente
representativo, retomar las luchas esenciales y fijar una postura de cara a la
segunda vuelta electoral. Esto no significa, de ninguna manera, que detengamos
las luchas particulares de las diversas organizaciones. La RPDG y el MUPP
seguirán produciendo información para combatir la desinformación y análisis
para entender la crisis y buscar su solución. Es falso, por ejemplo, que las y
los migrantes respaldemos a un determinado candidato. No tiene sentido dicho
apoyo cuando el sistema político en su conjunto nos ha discriminado y
marginado. Tampoco dejaremos de mencionar la represión violenta de los
“poderosos”, con fuerza pública o sicarios, contra los líderes y militantes del
movimiento social, como el asesinato reciente del dirigente Ixil Sebastián
Sajic Córdova, primer asesinato político bajo el gobierno de Maldonado. De
hecho, exigimos que, como medida para lograr la distensión socio-política, TODOS
LOS PRESOS POLÍTICOS SEAN PUESTOS EN LIBERTAD INCONDICIONAL DE MANERA
INMEDIATA. ¡Nuestras luchas deben continuar!
Guatemala y su Diáspora, 15 de septiembre de
2015
Comité Ejecutivo de la RPDG y Comité directivo
del MUPP
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